sábado, 31 de mayo de 2014

La Asociación de Mujeres de Nuevo Baztan en tierras de Santa Teresa
Visitamos Ávila, la capital de provincia más elevada de España, con 1100 m. de altitud. Paseamos por sus calles, observamos algunos de los monumentos más emblemáticos, y como no admiramos esa gran obra militar declarada Patrimonio de la Humanidad que es su muralla, mandada construir por Alfonso VI de Castilla en el s. XI, con numerosos arcos y puertas de acceso y salida.

Comenzamos la visita guiada, contemplando la cabecera románica de Iglesia  de San Vicente construida con “piedra caleña” o “arenisca sangrante” al igual que el interior de la Catedral, material que da un aspecto colorista a la construcción. Y paseamos por su amplio pórtico renacentista. 

Junto con San Isidoro de León y Santa Gadea de Burgos fue uno de los tres “templos juraderos” del reino de Castilla en los que se prestaba juramento decisorio  y sagrado acerca de diferentes cuestiones, hasta que el rito fue prohibido por los Reyes Católicos.



Paseando por sus empedradas calles llegamos a la iglesia de San Juan, donde la Santa fue bautizada en 1515, junto a la plaza del Mercado Chico.


Santa Teresa inició grandes reformas en la orden, fundando numerosos conventos. Visitamos el primero, el  de San José, caracterizado por su ideal monástico de sencillez y austeridad. En el interior destaca la capilla de los Guillamas. El convento alberga el museo de las Carmelitas Descalzas, donde se conserva alguna de las reliquias de la santa.



Junto a una de las numerosas puertas de la muralla admiramos la cabecera de la Catedral que forma parte fortificada de la muralla. Es la más antigua del gótico español, construida por el maestro Frunchel, sobre una antiquísima iglesia romana dedicada a San Salvador, en el siglo XII y terminada en el XIV. Con forma de cruz latina; con tres naves, crucero y girola, los pilares góticos cistercienses sostienen las bóvedas trapezoidales, agregándose en los siglos posteriores nuevas construcciones, coro y claustro. 

Diseminados por la ciudad encontramos “verracos vettones”,  curiosas representaciones características de la Edad de Hierro realizadas por los vettones ( nombre que daban los griegos y romanos a las poblaciones de la cultura celta que habitaban la parte occidental de la península ibérica ).Son grandes esculturas de piedra que representan cerdos o toros, quizá con un papel mágico protector del ganado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario